Esta exposición, que toma como título un libro de Marc Augé, Las formas del olvido, es el resultado de un taller que ha contado con la participación de un grupo de trabajo de nueves mujeres víctimas de violencia machista, conservando su anonimato, pero volcando su identidad en un objeto común, un jarrón, que hace alusión a la memoria y nos permite hablar a través de él, sobre la fragilidad, la intimidad y la privacidad de cada lugar donde habitan estos objetos, casi como testigos emocionales. Cada una de las mujeres que ha participado ha seleccionado el suyo, son jarrones llenos de carga emocional directa, relacionados con su entorno.
Es un elemento que forma parte de su imaginario personal, de los recuerdos que tienen que regenerarse, y para ello se ha planteado la siguiente acción: destrucción-construcción. Romper dicho jarrón / pasado para reconstruir otro / futuro partiendo de las ruinas del original. Alguno vuelve a recuperar su aspecto como jarrón, conservando las marcas /cicatrices del proceso, pero otros, simplemente muestran sus fragmentos casi como un estudio arqueológico, formando una suerte de archipiélagos de la memoria.
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Resultado de un taller. Sala Juana Francés