“El significado del mundo es la separación entre las representaciones y las perturbaciones” Koldo Mitxelena.
Sticky wall corner nace de la idea de utilizar el adoquín de caramelo* como elemento de construcción. Su tamaño y forma semejante a la de un ladrillo permite crear por yuxtaposición simulacros arquitectónicos, como en este caso un muro que alude a la estructura básica de la casa.
En el contexto social que nos encontramos, esta obra reflexiona sobre lo no habitable y la atracción de las aparencias como cimiento efímero. Por ello la presentación y representación de unas paredes comestibles. Muros que por dulces que sean no pierden su condición de límite, en este caso incrementada por la sensación repulsiva de su aspecto pegajoso.
Como consecuencia del vertiginoso desarrollo técnico-científico disponemos hoy de una multitud de materiales, algunos de ellos aparentemente sin tradición artística, y que en su día vinieron a ampliar las posibilidades de investigación plástica. A estos nuevos materiales dentro del arte hay que añadir la infiltración en la iconografía contemporánea de objetos que pertenecen a la vida cotidiana.
Además es interesante el empleo del caramelo como materia prima, porque al otorgarle esta nueva función constructiva se convierte en un objeto con independencia y solidez propia que sirve para la creación de un nuevo objeto con otras denotaciones y connotaciones.
El mundo moderno, dice el psicólogo Gérard Wajcman, “ha inventado la destrucción sin ruina”.
STICKY WALL CORNER
2014
Adoquines de caramelo ensamblados con calor
Medidas variables
PRENSA