Bandera blanca, abofetea al espectador al hablarle de globalización, explotación laboral, consumismo o desigualdad, así como de afrontar el eterno conflicto de lo industrial versus lo artesanal.
Una instalación que se activa con la presencia del público gracias a sensores de movimiento: seis máquinas de coser inician su marcha al tiempo que suena el himno de China. Una coreografía industrial, tal y como la define Rupérez, que se combina con una bandera de grandes dimensiones compuesta por más de dos mil etiquetas con las palabras ‘Made in China’ y cosidas a mano por mujeres que forman parte del proyecto Hilvanando culturas, impulsado en Zaragoza por Ayuda en Acción y CEIP Ramiro Solans.
Gema Rupérez, interesada en su propia contemporaneidad, aborda un contexto global de múltiples mutaciones donde la tecnología hace acto de presencia, con sus ritmos, tiempos y hegemonías. Rupérez incide en la sofisticación de las estructuras de dominación, proponiendo nuevos espacios de resistencia.
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Fragmento de texto de Adonay Bermúdez
IAACC Museo Pablo Serrano